Adiós, te despido con pena y sin gloria
como a alguien que excava su tumba a mi vera
y deja un legado sangrante en mi historia.
Mantente a distancia, reniega y descuida,
que vuelvo a mi puesto de espuma y rivera.
Aquí, a tu recuerdo le falta la vida.
Sin nada del todo, del todo sin nada,
deshago promesas y fluyo en caída.
El juego malvado, tu gran dentellada,
ahogo en el cauce del negro extravío.
Adiós a tu lengua desnuda y osada.
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