E.T.

 

El bicho inteligente más famoso

del cine de ficción de los ochenta,

nos gana con su historia y se presenta

afable, divertido y cariñoso.

Se siente abandonado y temeroso,

fabrica un aparato por su cuenta

que avisa del peligro al que se enfrenta

con signos desde el "trasto sospechoso".

"Teléfono", "mi casa" y "aquí mismo",

el público lo escucha embelesado,

rendido ante la atmósfera cardiaca.

Le gana la batalla al pesimismo,

apunta con su dedo iluminado,

y quedo entusiasmada en la butaca.

Rosales

Dragón

 

Vuela el dragón. El cielo lo reclama

y, en el aire, cultiva un mar de lumbre.

Su corazón de fuego, tras la cumbre,

convierte en maravilla cada llama.

Hermoso el animal de hueso a escama,

planea en una vasta incertidumbre.

Aguarda alguna estrella que lo alumbre.

Su aliento entre cuestiones se derrama.

No sabe de su fuerza diferente:

es dueño de un poder eternamente

sobre una tierra de mirada fría.

Alguna vez intuye su rareza

cuando extiende la mágica belleza

en su mundo de alada fantasía.

Rosales

Juramento

 

Te voy a atravesar con una espada

forjada en la herrería del tormento.

Si un día nos cruzamos un momento,

en ti veré una suma igual a nada.

Serena, en mi lugar, desmemoriada,

bajo un recuerdo oscuro, ceniciento

y el arma blanca de mi pensamiento,

te voy a atravesar con la mirada.

Vestida de apacible indiferencia,

negando a todas luces tu existencia,

me opongo a levantarte del olvido.

Haciéndote invisible a mi retina,

el ojo de su campo te elimina

y juro que jamás te he conocido.

Rosales

Como si hubieras muerto

 

Adiós, te despido con pena y sin gloria

como a alguien que excava su tumba a mi vera

y deja un legado sangrante en mi historia.

Adiós, ve despacio. Te aguardan afuera.

Mantente a distancia, reniega y descuida,

que vuelvo a mi puesto de espuma y rivera.

Aquí, a tu recuerdo le falta la vida.

Sin nada del todo, del todo sin nada,

deshago promesas y fluyo en caída.

El juego malvado, tu gran dentellada,

ahogo en el cauce del negro extravío.

Adiós a tu lengua desnuda y osada.

Después, como sabes, helada de frío,

soy solo un fantasma con rostro de idiota,

el lívido espectro del alma del río,

y tú eres la imagen del muerto que flota.

Rosales

El mundo feroz

 

"El hombre es un lobo para el hombre"

(Thomas Hobbes)

El sol explota en lágrimas de lumbre.

Los muertos se amontonan en las aulas.

La rabia es una odiosa pesadumbre.

Los pájaros fenecen en sus jaulas.

Apuntan al más débil los misiles.

La guerra es un conflicto de intereses.

Se vuelven miserables los perfiles.

Los monstruos van tragándose los meses.

El caos es amigo del embuste,

vivir es un total desbarajuste

y el grado de maldad inventa un nombre.

El mundo es el titán que se desploma.

Está prohibido amarse en otro Idioma

y el hombre es una bestia para el hombre.

Rosales