martes, 26 de septiembre de 2023
El lenguaje de los perros
Be water
Pan
Si Wendy no te hubiera descubierto,
estarías jugando al pilla pilla
por ser ese mocoso boquiabierto
que estima la ocasión maravilla.
Si Wendy no supiera que era cierto,
seguiría tu affaire con Campanilla,
aun metiendo la pata -y a cubierto-,
desde el dedo del pie hasta la rodilla.
Peter Pan, no te centras ni maduras,
oscilas entre varias aventuras,
y te bebes el aire a bocanadas.
Campanilla se va, Wendy te deja.
Ahora vuelas solo, sin pareja,
y te quedas sin polvos y sin hadas.
Rosales
A Juan Portillo
Qué océano, qué lírica, qué musa
se funde con tu voz, se viene arriba;
qué duende, qué instrumento te motiva.
Por qué la poesía en ti abusa.
Qué música, qué cielo y con qué excusa
la viertes en tu sangre creativa
y exprimes la oportuna tentativa
para tocar su corazón de ilusa.
Qué bestia te contiene -y qué melena-,
tras dejarte la piel en cada escena
al vencer con tu espada el desafío.
Tú eres de otro mundo, de otra parte
y, cada vez que brillas con tu arte,
se apodera de mí un escalofrío.
La absenta dos
Quisiera ser un sueño,
salir de lo real porque me duele,
un pájaro sin dueño
que nunca se desvele
y ser de fuego y aire mientras vuele.
La absenta es el letargo,
el punto de inflexión, mi medicina,
un dulce sorbo amargo,
la espada que fulmina
al monstruo que mi mente se imagina.
Dormirme necesito,
pues soy por la mañana noche oscura.
Volver al infinito,
dejar esta amargura.
Despierta vivo inmersa en la locura.
¿Bebida? Por supuesto.
Me bebo la ilusión, la estrella amada.
Apuro el hondo gesto
que anida en la mirada
y el canto en el regreso hacia la nada.
Rosales
¿Duermes? ( A cuatro manos con Juan Nadie )
¿Estás despierto o
todavía duermes
el manso sueño de tu
voz callada?
¿Te mece el mar que
llevará a la nada
en naves mágicas y al
tiempo inermes?
¿Estás despierto en
el mural de tierra
que hace de Edén bajo
el jardín de sombras?
¿Sueñas que existe lo
que nunca nombras?
¿Es la vigilia una
continua guerra?
¿Estás despierto
sobre nubes grises
que te han mecido
desde mil países
en la frontera de tu
oscuro sueño?
¿O vas dormido adonde
nadie sabe
en esta atmósfera
invisible y suave
del escenario del
global diseño?
Rosales y Juan Nadie
La nube
La vida es el colage de un
sobresalto
haciendo malabares desde un risco,
dejarse la esperanza en el asfalto,
sentir que un animal nos da un mordisco.
La vida es una muerte por asalto,
quedarse con los huesos hechos cisco,
soñar bajo las nubes de cobalto
un sueño catastrófico y arisco.
La vida es reventar como la ola,
girar sobre una eterna pirindola,
volar con una herida en el costado,
volver a levantarnos cada día,
cansarnos de agotar la batería,
saber que nuestro ahora ya es pasado.
Rosales
I am
Yo soy una espina
clavada en la rosa,
la imagen que rompe
las reglas del juego,
a veces tan simple
que orbito sin ego
y, a ratos, tormenta
de espuma furiosa.
Yo soy una fuerza
salvaje y curiosa,
la clara penumbra del
alma del fuego,
el lado invisible del
ángulo ciego,
quien siente y se
escribe de azul nebulosa.
Yo soy una idea que
ve de soslayo
capítulos, gestos,
barreras y ruido
sobre un escenario
repleto de gente.
Yo soy el origen del
épico rayo,
quien llevas por
dentro, quien te habla al oído.
Yo soy la odisea que
vive en tu mente.
Rosales
Dios
Ayuda dios cuando la
muerte acecha
en la epidemia, el
daño, el paludismo;
ayuda si resistes en
la brecha
con fe y resignación
y catecismo.
Ayuda dios a lágrima
deshecha
cuando baña en
sagrado el espejismo
desde el chantaje de
la senda estrecha
hasta el escollo del
infierno mismo.
Ayuda dios al que se
beneficia
de alargar el Edén de
la injusticia
donde erradica la
pobreza triste.
Mientras llueve maná
sobre la hambruna
o se cumple el
derecho a la vacuna,
ayuda dios también,
pero no existe.
Rosales
Del mundo
A veces llego tarde a
las miradas,
pues caigo en el
ensueño del letargo.
Es vago el firmamento
gris, amargo,
y allí soy agua
fresca en las cascadas.
Me dejan de importar
las dobles nadas
y es leve el blog de
historia con que cargo.
Congenio con el
duende carilargo.
Me miro en las
pupilas de las hadas.
Después, cuando
retorno y me despierto,
la tarde es una
escena cada día
donde emerge otra yo
de lo profundo,
un tenue resplandor a
campo abierto,
la cuota necesaria de
osadía
para aguantar la cara
"be" del mundo.
Rosales
Corazón
No vengas, corazón,
que me trastocas.
Disípame en lejanas
dimensiones,
ahórrame sufrir
explicaciones.
Prometo responderte
si me tocas.
Me iré mientras
regresas. Descolocas
el ritmo y la armonía
en las canciones,
la letra donde
sangran mis renglones
si acortan las
distancias nuestras bocas.
No vengas, corazón,
que no soy fuerte
y el nudo que me
aprieta en el ombligo
es insufrible cuando
pienso en verte.
Rosales
Bye
Te separas de mí.
Desapareces
en la recta final de
la aventura.
Se intuye claridad
tras la amargura.
La vida parte el
drama en pequeñeces.
Te vas, igual que
hiciste tantas veces.
Tras un lugar de
pesadumbre pura,
mi nueva piel renace,
luce y cura
la herida en que me
habitas y estremeces.
Me queda de la lírica
del día
la ruta de la nada a
la extrañeza,
la búsqueda sin fin
de la alegría.
Al deshacer el plan
de la certeza,
acude a la lejana
cercanía
un mañana sin ti. Sin
ti, Tristeza.
Amores malditos
Soy el cadáver de
vivos reflejos
que desconcierta a su
propio enemigo.
Cuando se aleja el
amor, lo persigo
o, si regresa, lo
quiero de lejos.
No me sujeto a los
sabios consejos
ni a las razones del
práctico amigo.
Voy del revés de la sombra
al ombligo.
Sufro en la piel los
dolores añejos.
Triste y cansada de
hablar con la pena,
débil y rota y azul
como el mar,
llego a inyectarme
dolores en vena.
Creo que soy mi
maldito avatar,
el espejismo, mi
propia condena
y una tendencia
enfermiza de amar.
Rosales
Soneto a cuatro manos
Me faltas, corazón entre otras cosas,
me faltas, y la sombra se avecina,
me faltas en mis versos y en mis prosas,
en la sangre, en el cuerpo y en mi ruina.
Me faltas en las noches silenciosas
cuando sueño tu nombre y se ilumina,
con destellos de ráfagas nerviosas,
donde toda mi mente te imagina.
Hoy digo que me faltas porque creo
que fuiste un loco amor, un extravío.
Te quise sin querer, en mi recreo,
como una idiota que se busca un lío.
No sé qué me pasó, aunque ahora veo
que nada es personal. Ni tú eres mío.
Isabel Vizcaíno/ Rosales
Esperar
Esperar que florezcan los desiertos,
esperar que me aprendas de memoria,
esperar a que cante la victoria,
esperar renacer de entre los muertos.
Esperar a tomarte las medidas,
esperar el amor que necesito,
esperar una puerta al infinito,
esperar a besarnos las heridas.
Esperar ser la sangre de tus venas,
esperar a guardarte de las penas,
esperar de una forma despiadada.
Esperar que mi ausencia te atormente,
esperar que me quieras de repente,
y esperarte, por fin, desesperada.
Rosales
Presumida
Presumo de amigos -joder, qué poetas-,
presumo de Julio, de Luisma y de Pala.
Teresa y Portillo, dos bestias inquietas,
nos dejan al resto flipando en la sala.
Presumo de Sara, de Marga y Rufino,
de Ana, Valero, de Edu y de Antonio,
empuñan el arte con látigo y tino,
y escribe Isabel mejor que el demonio.
Bernard me entusiasma -qué chico más majo-,
con Álvaro puedo nadar en el cielo
y, luego, Alejandro, provoca soñar.
También a Janet la bebo a destajo,
y Alicia y Aleja derriten el hielo
si Stewart Mundini me invita a volar.
Rosales
Por fin
Por fin, de su disfraz de piel de loba,
ha escapado serena y tan campante,
con insolente luz de supernova,
alocada, irreal, y deslumbrante.
Elige a sus amantes por capricho
(tiene un hábito infame y recurrente)
para escribir lo mismo que se ha dicho
y que al oído parezca diferente.
Se la ve aparecer unos segundos,
después de haber vivido en otros mundos
de lirismo salvaje y utopía.
Es ella la que habita en unos pocos
(los artistas, los tristes y los locos)
y algunos la llamamos poesía.
Rosales
Para Helena
Como la voz que hospeda a la dulzura,
como el vuelo de un pájaro contento,
como el amor que deja sin aliento,
como aquella canción que todo cura.
como un beso sobre una comisura,
como un cambio de estado y de elemento,
como abrazar el gran descubrimiento
de ser un corazón sin armadura.
Como el cuerpo de luz extraordinario
que transforma en real lo imaginario
cuando desciende a su mundano rol.
Como un aroma que pasa y te perfuma,
Como un poema que en la vida suma
es Helena Restrepo. Como el sol.
Rosales
miércoles, 20 de septiembre de 2023
Otra vez el amor
Es el pulso febril que me enajena,
son las ganas olímpicas de olerte,
la odisea de amar en cuarentena,
enseñarle las garras a la muerte.
.
Transgredir el cristal de la condena
por el loco delirio de quererte,
y plantar alegría en cada pena
cuando quede in instante para verte.
.
Es la idílica imagen que codicio,
acercarme a mirar al precipicio
si mi cuerpo a tu cuerpo se acomoda.
.
Escuchar al oído que me amas,
reducirme a cenizas en tus llamas
hasta que el fuego me consuma toda.
Rosales
No sé
No sé cómo pasó ni cómo ha sido
engancharme de golpe, así, a lo tonto,
hablarte de mis pájaros tan pronto,
quererte como nunca había querido.
No se cómo pasó, te lo aseguro.
Llegaste de una ráfaga invisible
a hacer de carne y hueso lo imposible
con la etiqueta del amor más puro.
Cuando nadie en el mundo me comprenda
porque esta historia nuestra les ofenda,
les instaré a mirar para otro lado.
No ambiciono las llaves de tu calma
ni te voy a robar la paz ni el alma:
lo que quiero de ti ya me lo has dado.
Rosales
El bonsai
La vela se apagó. Ya estaba hecho
todo el trabajo, y la misión cumplida.
Salió volando el alma desde el pecho
mientras la carne abandonó la vida.
La vela se apagó. Quedó en el lecho
el caudal de su fuerza desmedida,
y regresó por el camino estrecho.
Volvió tal vez al punto de partida.
Quizás hoy su energía es otra cosa,
un pájaro, un bonsai, otra frecuencia
al transformar su talle en una rosa.
Un diseño elevado de consciencia
en esa eternidad maravillosa
donde caben más formas de existencia.