"Levántame la Gran Muralla china,
que la derrumbaré con mis cañones..." ( Luis Valero de Bernabé )Elévame el mural del
aguacero
o escápate con todas
tus defensas.
Mi rayo es más hostil
de lo que piensas
y vence por la fuerza
al mundo entero.
Vendrás a mi
crisálida de acero
igual que una canción
busca el suspiro;
mi voz es el hogar de
tu retiro,
dulcísima, enigmática
y dañina,
el aire que, a
distancia, te fulmina,
y piensa en
protegerte si respiro.
Aléjate. Castígame a
mi suerte.
Regresa a tu guarida
imaginaria.
Ostento una constancia
temeraria,
pues debo perseguirte
hasta la muerte.
La fuga delirante me
divierte
y acepto con arrojo
el desafío
de unir tu soledad a
mi vacío,
después de que te
cuide en el penal.
Tu ruego es el
principio del final,
y alcanzo la
victoria. Ya eres mío.
Rosales
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