lunes, 11 de septiembre de 2023

Molinos y gigantes

 


No penséis mal de mí, que no estoy loca.

Aunque pueda sonar a pesadilla,

al soltar improperios por la boca,

lo escuchaba gritar de maravilla.

 

Don Quijote, campando en la llanura,

impactó con su lanza en un molino.

Le avisé de su error hasta la hartura:

" ¡no es aquello un gigante!, ¡deje el vino!"

 

Del golpazo quedó como el pan seco,

como el cuerpo deforme de un muñeco

y la cara sangrando tras las greñas.

 

Le apelé con la voz autoritaria:

"no está usted, don Alonso, en Barataria.

¡Ha venido a joder a Valdepeñas!”


Rosales






 

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario