"El alma libre es rara",
empaña el resplandor de las estrellas.
Ningún freno la para
y busco, entre botellas,
lograr emborracharme de una de ellas.
Destila libertad
y, excéntrica, destaca en el debate.
Su credo es la verdad,
su vida, un disparate.
Encuéntrala y permite que te mate.
Sufrir me da la excusa
y bebo porque rozo el precipicio.
También si hallo la musa,
pues no albergo un resquicio
que pueda rescatar del puto vicio.
Me siento como un perro
y aspiro, tras el nicho, a tener suerte.
Después de un pobre entierro,
espero ser tan fuerte
que tiemble al recibirme hasta la muerte.
Rosales
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