miércoles, 6 de septiembre de 2023

Elegir un amor

 


La tarde en que dispuse conocerte,
sufrías en el negro pesimismo:
estabas asomándote al abismo
del lúgubre paraje de la muerte.

Temblaban, al cuidarte, hasta mis dedos
tras ir a por morfina a la farmacia,
el tóxico paliaba tu desgracia
y el cáncer avanzaba entre los miedos.

Frenó, la terapeútica agresiva,
el mal que te mataba de dolor,
vivimos el regalo del amor
creyendo en tu salud definitiva.

Los fármacos inútiles y flojos
ahora nos acercan la sentencia;
la última visión de tu existencia
será la perspectiva de mis ojos.


Rosales 




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