Como la muerte traga
a quien se entierra,
como la boca del
maldito infierno,
como el disparo de un
fusil eterno,
como el alma mordida
de la tierra,
como una noche
oscura, larga y perra,
como el cuchillo
helado del invierno,
como el turbio
interés del desgobierno
al calcular quien
gana con la guerra,
así se arruina el
cuerpo del que lucha
cuando la voz de la
locura es mucha
mientras cubren de
sangre los abismos.
mirando cómo mueren
como locos,
porque van a perder
siempre los mismos.
Rosales
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