Instálate en mi
frente
y cúbreme de
llamas, morbo, gloria.
Seduce, miente,
miente,
y quédate enredado
en mi memoria.
Después, con tu
mentira,
ofréceme en el
fuego de una pira.
Extiéndete en mis
huesos
y pósame en los
brazos de la luna.
Desármame con
besos,
sumérgete en mi
cálida laguna.
Y luego, en
sacrificio,
arrójame sin red
al precipicio.
Rosales
No hay comentarios:
Publicar un comentario