lunes, 11 de septiembre de 2023

Adiós

 



 

Estaba sola cuando se acercó a saludarme.

 Nos dimos un beso en la mejilla,

frío como la muerte,

y fingí  no recordar su nombre.

Sus ojos buscaron, en la profundidad impasible de los míos,

un pequeño signo de venganza residual.

No encontró ninguna prueba que me delatara.

Al fin y al cabo,

fue él quien decidió tener en mi vida

una participación pasajera.


Rosales




 



 

 

 

 

 

 


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