jueves, 20 de junio de 2024

Desde el infierno

 




El pánico me pone de rodillas.
Agota respirar. El pecho arde.
Revienta la pared de las costillas
y apenas late el músculo cobarde.
El alma es un erial de pesadillas,
aplauden los espectros del alarde.
Resbala el corazón por las mejillas.
La mente patalea. Ya es muy tarde.
Aprietan los tornillos en las sienes,
se vierten las desgracias a los genes
y bajo a la estación del desgobierno.
El vértigo es un orco que me engaña,
observo en el espejo a quien me daña.
Sin ti sigo habitando en el infierno.

Rosales






1 comentario:

  1. Leyendo tus sonetos, la cosa parece fácil. Pero yo sé que no lo es en absoluto.
    Es una gozada perderse entre ellos, incluso cuando la temática de estos últimos no sea muy optimista. Da igual, la vida tampoco es un camino de rosas y el arte debe de ser reflejo de la vida.
    Un placer siempre leerte, María.

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