martes, 11 de noviembre de 2025
Amaneceres
domingo, 9 de noviembre de 2025
Luciérnaga
jueves, 6 de noviembre de 2025
Instante
miércoles, 5 de noviembre de 2025
Peculiar
domingo, 2 de noviembre de 2025
Desafío
La unidad de la carne se
estremece
antes de atravesar el humo
negro.
Tu amenaza, otra vez, me
zarandea
y elevas, Ansiedad, una
inquietud
helada y definida.
Detente. No me mires con tus
ojos,
pues soy bastante más de lo
que ves:
conozco los secretos de la luz
de una canción eterna e
imprescindible
y llevo oculto un mar de
escalofríos
debajo de la piel que me
protege
mientras trenzo prodigios de
la nada.
Soy fuerte, mucho más fuerte
que tú
y sé que, tras las crisis, hay
belleza.
Prefiero ver lo bueno de las cosas:
el gesto de quien ríe mientras
sana
después de haber luchado
contra el miedo
y cuelga un nuevo sol entre
las nubes.
Aléjate de mí. No vuelvas más,
que amo a mi otro yo, de carne
y sueños,
un cúmulo de ráfagas e
instantes,
aquella que se alarga en el
poema
cuando del hondo infierno se
levanta
desde una doble y misma
perspectiva
para llegar a ser, sin duda
alguna,
un corazón en paz, valiente y
libre.
Aquí, con mi verdad, estás de
sobra.
“Estrés” y “Sobresalto” se
deshacen
mientras noto que el pánico
decrece.
Me alejo de un capítulo
difícil
y, desde el fondo de mi alma,
canto.
Liberada del ti, me siento
viva.
Ante el brillo de un nuevo
amanecer
donde me abrazo, alegre, a la esperanza,
el cielo, mansamente, me
sonríe.
Rosales
Sangrar
Espina
Felicidades, Juan nadie (de Juanjo Lorenzo, Sonia del Campo y María Rosales)
sábado, 26 de abril de 2025
Versofilia
”Hay tantas realidades
como pares de pupilas
y solo un mar
-Ana Escobar Cirujano-
Primer Premio V Certamen Internacional de Poesía " Olivo Milenario"
La conocí, lejana y
misteriosa,
adornando con giros las
escalas,
como un vaivén, un
flujo prodigioso,
cuando miraba adentro,
hacia mí misma.
Era un batir de alas
sobre el tiempo,
una voz imparable, un
dulce grito,
un firmamento onírico y
pulsátil
buscándose debajo de la
piel.
La conocí tan próxima
al abrazo
que hervía su infinito en
los renglones
detrás de una emergente
claridad,
abriendo perspectivas y
detalles
al levantar los ojos a
otros mundos
tras su insólito séquito de estrellas.
La conocí como un edén
en llamas,
como una fuerza pura, inextinguible,
detrás de las pupilas
de los sueños
y suavizó raudales de
inquietud.
Era un espacio amable en
cada nube,
la música corriendo
entre los miedos,
el signo del dolor, la
maravilla
abriéndose camino por
las yemas.
La conocí, ¡qué cósmico
imprevisto!,
como una extraña forma
de lenguaje,
otra cosa distinta a lo
común:
un hábitat debajo de la
lluvia,
más allá de la vida y
de sus leyes,
donde laten el ritmo y
las metáforas.
La conocí cuando llegó
el futuro
a doblar el ayer en mis
versiones,
a enterrar otra yo,
nacer despacio,
y volver al misterio de
estar viva.
Era una brisa llena de
palabras,
un rayo entre la niebla,
un suave fuego.
Si la sombra la amaba
intensamente,
también era querida por
la luz.
La conocí desnuda, extravagante,
salvando paradojas en
la Tierra,
pues me enseñó a volar
entre dos soles
y ahora, que atravieso
lo invisible,
que viene a convidarme
el universo,
la llamo por su nombre:
Poesía.
Rosales
lunes, 21 de abril de 2025
Más allá del verso
Feliz Cumpleaños, Stewart Mundini
jueves, 17 de abril de 2025
La maleta
"Dos bragas, cuatro fotos, tres horquillas"
Respiras
domingo, 13 de abril de 2025
Ensayo con poca luz












