y junta tus pedazos, trozo a trozo.
Si todo lo que extrañas ya no existe,
no insistas en latir bajo el destrozo.
Levántate, mujer, que sigues viva.
Hay cielo más allá de las derrotas.
A veces el destino te derriba.
Perder en el amor se paga en cuotas.
Estás paralizada, en el letargo
del túnel kilométrico y amargo
que lleva a un escenario repetido.
Tú brillas mucho más de lo que piensas.
No pueden alcanzarte las ofensas
de un muerto que regresa del olvido.
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