El fin del mundo sangra en la pantalla.
Salpica intolerancia, bombas, cieno.
y a nadie le perturba el mal ajeno.
El fin del mundo incendia un plan canalla,
su olor a muerte escarba en el terreno.
Extiende el aura oscura en la metralla
y, en cada fosa negra, llora un trueno.
Escarpa, como un monstruo, latitudes.
La guerra es una siembra de ataúdes,
la voz de la discordia en los destinos.
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