Suena la alarma y luego me levanto.
Una parte de mí sigue en la sombra.
y, en el doble propósito, me aguanto.
La imagen del espejo es un espanto.
El café se derrama por la alfombra.
Quien viaja en estas células se asombra.
La otra proporción duerme entretanto.
Detrás de la existencia diminuta,
hay una alternativa hoja de ruta
en un cosmos recóndito y gemelo.
Mientras lato en el cuerpo que se oxida,
en sueños me desgasto en otra vida
y viajo a un universo paralelo.
Rosales
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