Los ángeles lo saben y es muy duro,
escrita estoy con lágrimas de plata.
y el cielo que crepita en la fogata.
Jamás lo he camuflado, os aseguro
que a mí me inquieta el hecho y me arrebata
sentirme encorsetada en un apuro.
Igual me da la vida que me mata.
A veces me parece una demencia,
un cambio en el estado de conciencia,
pues sueño en publicarme y me etiqueto.
Con ímpetu me cuento, me retoco
y acierto en las sospechas, poco a poco.
Lo tengo que asumir: soy un soneto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario