lunes, 13 de noviembre de 2023

Fluir

 


Los pobres no sabemos otra cosa
que asir la penitencia del esclavo,
del zombi, el obediente al fin y al cabo
viajando de la cuna hasta la fosa.

Los pobres, como fotos de una rosa,
cumplimos la tarea igual que un clavo,
lavamos cada angustia en el lavabo.
Soñamos una suerte milagrosa.

Fluir igual que el rico es imposible,
el miedo es el oráculo terrible
que anuncia una rotonda sin salida.

Hay vidas que parecen dos infiernos
y muertes donde aguardan labios tiernos
después de que la carne esté podrida.


Rosales






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