lunes, 13 de noviembre de 2023

Jet lag

 


La musa es una diva que blasfema.
Mostrando su desdén, en la tarima,
afea el gesto, bárbara, suprema,
y escupe que mi súplica da grima.
Subida al pedestal -pero qué mema-,
está harta de escribir, de que la exprima.
No quiere desnudarse en el poema
por una breve cuota de autoestima.
Le pido por favor que alargue el plazo.
Me ofrece su desprecio y da un portazo
y en humo y aerosoles me disperso.
La musa, en un arranque, me abandona.
Me deja ahí tirada, qué cabrona,
y no he podido hilar un solo verso.


Rosales






1 comentario:

  1. ¿Y para que necesitas tú a las musas? Tus sonetos son siempre obras de arte,con o sisn musas ayudando. Tienen un toque personal que te define como poeta. Gracias por compartirlos. Un abrazo

    ResponderEliminar