Con los ojos cerrados

 

Soneto a cuatro manos entre Eduardo Carrasco y yo misma.



Si no se quema el fuego con su llama,
si no se ahoga el agua en la fluidez,
si no se acaba el árbol por la rama,
que no se pare el mundo en un tal vez.

Si no se asusta el llanto bajo el drama,
si el cuerpo no le teme al beso diez,
si no se pone el sol del pentagrama,
que no se cubra en ti la desnudez.

Si nace de un Big Bang el universo,
si escribes el origen de mi meta
y vivo en tu extensión de piel inmerso,

que no juegue mi suerte en la ruleta,
que no esconda una sombra tu reverso
ni caiga yo si frenas el planeta.