lunes, 28 de agosto de 2023

Señales



“De joven se rompió, no sabe cuando
se equivocó al torcer por el sendero.
Pensó que era normal su vida pero
terminó solo y se quedó temblando” (Luis Valero)

Más tarde descubrió que no era el mismo.
Sentía diferente. Estaba en calma
entre la sorda humanidad sin alma.
No le atrapó la fe ni el espejismo.

Le pareció que siempre estuvo lejos
de aquella distorsión de la violencia.
No era su raza, nunca fue su esencia
la forma que arrojaban los espejos.

Un día se cansó y, abriendo heridas,
afloraron por fin ocultos dones:
la fuerza colosal de los dragones,
futuros por vivir en varias vidas.

De pronto se escuchó. Dijo “te amo”
y abandonó en la tierra su amargura,
tras una piel postiza, rosa y dura.
El vuelo hacia la nada fue el reclamo.

Como frontera solo tiene el mundo,
y solo el infinito en la retina.
Se le puede observar cuando ilumina
el cielo mayestático y profundo.


Rosales 




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