No llores, corazón, descansa y frena.
Romper, lo que es romper, poco se ha roto.
Aúllas desde el trágico alboroto,
pues un okupa te dejó de pena.
No llores, corazón. Late y ordena;
estás hecho un desastre, te lo noto.
Recoge los cristales de esa foto
y déjale que engañe en casa ajena.
Aguanta tu dolor y duerme y gira,
que todo pasará si estás tranquilo
y vuelves a tu suave cavidad.
Juraba que era cierta la mentira
y tienes, corazón, el alma en vilo
porque tú lo querías de verdad.
Rosales
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