lunes, 28 de agosto de 2023

Dulce castigo

 


Cuando guardas silencio, a tu cuerpo me anudo
porque busca mi carne de tu carne el impacto ;
me devoran las ganas cuando siento tu tacto
por la piel erizada de mi pecho desnudo.

Bésame cuando roces con tus dedos mi ombligo,
cuando horades mi cáliz con tu urgente caudal,
cuando apremie el instinto del deseo animal
y me duela el placer de tu dulce castigo.

Ámame con un punto de salvaje violencia
cuando rasgues mi entraña con tu rosa de acero
y me llene la espuma del volcán de tu esencia.

Háblame con los ojos, que en tus brazos me muero;
el delirio me obliga a rogar la exigencia
de que calles conmigo mientras dices te quiero.


Rosales 


No hay comentarios:

Publicar un comentario