Sujeta el corazón con una mano,
dime si soy la del espejo y dudo
pensado bajo el rostro de un humano
en otro ciclo del invierno crudo.
Aclárame si estoy sufriendo en vano.
A ti también se te atraviesa un nudo.
Seguirte en este cuerpo es tan insano
como cruzar el tiempo sin escudo.
Explícame qué suave te deslizas
y naces nuevamente en las cenizas
después del fin en otro afán resuelto.
Recuérdame, no olvides el pasado,
por qué crucé la infinitud de lado
y a cuántas vidas, por amarte, he vuelto.
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