No vine a competir. Eso es de flojos.
Tampoco vais a verme en las noticias.
Soy alguien que percibe con los ojos
y escucho, desde el mar de los arrojos,
una oleada cruda de injusticias.
Aquí se pena entre sudores rojos.
No estoy en el jardín de las delicias.
Si contemplo de lejos el abismo,
veo lo igual, el bucle de lo mismo
desgastando la crónica y el verbo.
Todo parece hecho de materia.
Mientras late el suspiro en cada arteria,
yo sé que no es real, porque os observo.
Rosales
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