lunes, 21 de agosto de 2023

El desdoblamiento de Aleister

 


Era un temor profundo, grande y liso
-todavía su voz me sobresalta-,
una insólita puerta al paraíso
y un no sé qué recuerdo que me asalta.

Era otro yo viviendo en otro piso
de una base lunar, remota y alta,
que hacía a cualquier trato caso omiso
y nunca me entendió ni me hizo falta.

Para cambiar también era reacio;
era un sueño con una vida propia,
y qué bien que lo quise, y qué despacio.

Era mi corazón, y era mi copia,
el monstruo a quien amé por el espacio
cuando estábamos juntos en la inopia.


Rosales


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