Una terapia a tiempo en los renglones,
un hágase el adiós de la caricia,
un volver a encajar las sensaciones,
el destierro de un frío de justicia.
Un me olvido de las conversaciones,
una etapa que muere y otra inicia,
un salir a volar con mis dragones
de regreso a mi atmósfera ficticia.
Poner de corazón a la cabeza,
y desmontarlo todo, hacer limpieza,
al soñar lo que queda por venir:
el retorno a mí misma, el ir despacio,
el vuelvo a mis poemas y mi espacio.
Un no me importas nada. Y escribir.
Rosales
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